Con una nueva película en camino, un álbum en construcción y otra temporada de Gossip Girl para grabar, Leighton Meester, deja caer el personaje de Blair Waldorf que conocemos y amamos, para revelar a alguien aún mejor: una bromista, amante de la comida, con un amigo mejor wee y una solución glamorosa para la cabecera de la cama.
Leighton Meester ha estado en la cima del Empire State Building dos veces: una en la plataforma de observación de turistas, y otra en la parte más alta, donde, dice ella, las repisas son muy bajas, y se puede disfrutar de la vista mientras uno se aferra a la baranda.
"¿Quieres decir: Tú, el cielo y más o menos 1.250 metros entre la cabeza y el pavimento?", Pregunto. “¡Es increíble!” insiste ella.
Felizmente para mí, hoy sólo vamos rumbo a la
plataforma de observación. Es una tarde clara, soleada, y estamos dando vueltas
por Manhattan visitando los sitios famosos en Nueva York donde se grabaron famosas
películas. Meester ha llegado vestida para el trabajo en una sudadera gris suelta
Isabel Marant, pantalones ajustados J Brand, su cabello oscuro escondido dentro de un sombrero
de otoño de cachemira ("Mi pelo es como un nido de ratas cuando me
despierto, pero me pongo esto y la gente piensa que es por la moda!"), y
chatitas negras ("En caso de que terminamos caminando mucho"). Un
look completamente distinto al de Blair Waldorf.
"Un amigo mio dice que antes del show me vestía como una persona sin
hogar", nos cuenta. "Yo solía comprar de todo en ventas de garaje.
Era difícil cambiar esa costumbre! Me pasaba de decir: 'Pero este suéter es
increíble, y por sólo 25 centavos!". La influencia de Waldorf no la ha
convertido en una fashionista; Meester
es de bajo perfil, primero la comodidad, ella realiza la mayor parte de sus
compras online o cuando viaja, y sólo utiliza un estilista para eventos de
alfombra roja. "Sin embargo, he aprendido algo de Blair. Ahora me gusta
poner un poco de pimienta en algo de un diseñador" muestra su remera
Isabel Marant "con mis cosas de siempre".
Cuando nos bajamos del ascensor, el
viento de alta velocidad me desarma mi moño hecho tan cuidadosamente. Intento
decir algo ingenioso y termino con la boca llena de pelo. A medida que
empujamos a través de la multitud; Meester muy serenamente con su pelo, no
revuelto en cualquier parte, recuerda la escena de la película de 1957 “An
affair to remember”-"El Empire State Building es lo más cercano al cielo
en esta ciudad!" (en la película, un embrutecido Cary Grant espera abatido
en la cubierta de observación a su prometida, Deborah Kerr, que no llegará
porque ha sido atropellada por un coche.) Continuamos nuestro recorrido por la
ciudad buscando nuestros edificios favoritos (el de Meester es el Flatiron), y
su tono se torna rápidamente nostálgico. “¡Ese sentimiento tan fuerte del
corazón!” dice de la difícil situación de Grant. "Uno quiere que él sepa
lo que está pasando"; como estoy emocionada por eso, ella agarra mis
hombros y dice: "Haz que brille como la parte superior del edificio
Chrysler" La miro sin comprender."Ese es de Annie", explica ella, y me doy cuenta que estoy viajando
con ambas: una estrella de cine glamorosa y una geek de las películas.
Meester puede haber resultado para nosotros como la estrella de Gossip Girl, pero al estar por llegar al final de la serie, se hace muy claro que la actriz de 26 años es de la marca Gossip Girl pero también alguien que va mucho más allá de eso. Sus papeles en las películas no se parecen en nada a Blair Waldorf, a quien el astuto del New Yorker, Janet Malcolm, llamó "una anti-heroína de la primera fila: de mal carácter, de espíritu mezquino, bulímica, adquisitiva, infinitamente intrigante, y, por supuesto, de pelo oscuro". Meester ya ha interpretado a una reina de la belleza del sur convertida en cantante de música country junto a Gwyneth Paltrow en “Country Strong”; y es la coprotagonista, de la nueva película de Adam Sandler que se estrena dentro de muy poco, haciendo de una futura novia que grita cosas obscenas. En serio: una película de Sandler. ¿Cómo funciona exactamente? Meester no parece estar hecha para este tipo de comedias dirigidas a los adolescentes varones de todas las edades.
La explicación obvia es que ella
tiene talento. Cuando le pregunto a Cecily von Ziegesar, quién escribió las
novelas en las cuales se basa Gossip Girl, si Meester ha cumplido con las
expectativas de autor, nos cuenta: "No sé cómo lo hace! Blair siempre fue
mi personaje favorito en los libros, y Leighton lo encarna perfectamente. Sería
tan fácil hacer de ella una perra estereotipada, pero Leighton le da una
suavidad e inteligencia y casi…" y aquí está la clave "una comedia
física, también".
A medida que se fue desarrollando
el día, me di cuenta exactamente de lo que quería decir. Teniendo en cuenta el matiz que Meester da a
Waldorf, no me sorprendí demasiado al descubrir que, en persona, es seria y
reflexiva, dispuesta a seguir son nuestra conversación a donde sea que nos
lleve y hasta muy considerada, con alegría de estar siguiendo nuestro ambicioso
programa, a pesar de haber vuelto de un día épico (grabar el último episodio de
la quinta temporada de Gossip Girl).
Es este el lado de Meester que
Sandler vio y alentó para “That’s my Boy”. "Es diferente a todo lo que he
hecho antes", dice ella, "100 por ciento comedia, muy divertida, súper
provocativa". Filmada en los alrededores de Boston y Cape Cod, la película
es sobre la decisión de un padre incumplidor (Adam Sandler) de volver a entrar
en la vida de su rico hijo (Andy Samberg) en la víspera de su boda (con
Meester). "Adam es tan agradable, tan bueno para todos. Nunca he sido
capaz de improvisar mis propios chistes, pero Adam ha creado un ambiente en el
que podía suceder".
Por ahora, estamos en una Lexus
rentada, camino a Tiffany & Co, en homenaje, por supuesto, a la devoción de
Blair Waldorf de desayunar en Tiffany. De un lado, se asemeja a una veinteañera
súper bonita, pero cada vez que me enfrenta cara a cara, me distraigo con sus pestañas
increíblemente largas. Ya no me puedo contener más: "¿Son de verdad?"
"¡Sí!, ¿Por qué?"
ronronea, bateándolas para dar un efecto.
Luego se inclina hacia adelante para muy cuidadosamente para informar al
conductor que ha doblado mal.Al parecer, mientras yo he estado admirando la
belleza natural de Meester, hemos ido más allá de Tiffany, sin que me diera cuenta.
"He dejado de usar maquillaje
cuando no estoy trabajando", continúa, haciendo caso omiso de mi falta de
ubicación. "Por un tiempo pensaba que tenía ojeras y la piel mal, y
entonces me di cuenta que me estaba viendo a mí mismo de esa manera porque ya
no me reconocía sin maquillaje. Ahora, cuando me lo pongo, me veo muy rara!"
El coche se detiene. "¡Aquí estamos!"
A las 2 de la tarde de un martes, la
legendaria joyería es mucho más como una terminal de trenes que el glamoroso
“lugar seguro” de Audrey Hepburn. Nos dirigimos arriba, donde está un poco más
tranquilo, y Meester me muestra donde realizó sus propias canciones para la
Noche de la Moda 2011. Hay imágenes del evento en YouTube: Meester hermosa con
un vestido largo y blanco Carven, con su voz suave y casi ahogada por los
gritos excitados de sus fans.
“Algo poco conocido es que cuando
estoy actuando, me gusta usar un traje por debajo de lo que yo llevo",
confiesa la nada. "Odio los sujetadores, al menos cuando estoy cantando.
Sin embargo, ¡no incluyan!". Las canciones de Meester son campechanas y
femeninas; cita a los cantautores Alison Kraus y Joni Mitchell como inspiración
para su acústica impulsada por melodías y letras sobre el amor y el desamor; y
espera lanzar un disco para fin de año. "Cuando yo era una niña y me
imaginaba haciendo música, esto es exactamente lo que estaba imaginando",
dice ella.
Mi teoría
es que la adultez es un proceso de retorno a quienes éramos a los seis años;
Meester asiente vigorosamente con la cabeza. "Cuando eres pequeño, sos
honesto, y acogedor, y alegre. Actuar, escribir y cantar, todo lo que estoy
haciendo ahora, lo estoy haciendo exactamente como siempre he querido ",
dice agradecida y un tanto sorprendida. A medida que paseamos mirando vitrinas
con joyas brillantes, me pregunto sobre su vida romántica; yo sé que ella está
sola, y algo que he leído en alguna parte me hace pensar que ella tiene una
actitud cínica hacia el amor, lo que resulta, no podía estar más lejos de la
verdad: "Me encanta el amor", dice Meester. "Es la emoción más
intrigante universalmente entendida, y viene en tantas formas: el amor de la
familia, el amor de los amigos. Me enamoro con todo el mundo todo el
tiempo". ¿Alguna vez has querido estar casada? “Todavía no”. ¿Podrías
imaginarte no casándote nunca? “¡Sí! Sobre todo ahora que sé que tienes que
estar casado para tener hijos; cuando era niña pensaba que el matrimonio era el
sexo", dice, riendo. "Pero si alguna vez estoy en una situación en la
que quiera casarme, no creo que vaya a tener una gran boda. Esperemos que se
trate de algo mucho más seguro que eso".
Al igual
que la mayoría de las celebridades serias y trabajadoras, Meester es un poco
casera. Ella vive sola con su leal compañero, un perro salchicha llamado Trudy,
que viaja con ella desde su apartamento en Nueva York hasta una casa en Los
Angeles. “Yo solía tener compañeros de cuarto todo el tiempo. Vivir solo es tan
bueno para llegar a conocerte a vos mismo, y lo raro que sos; cosa que puede
ser bastante extraña...”.
La mayor
parte de los programas de televisión que mira son programas de cocina; Meester
prefiere cocinar en casa antes que salir, y constantemente mira “Chopped!” y el
canal de cocina para tener ideas. "Yo aaaaaaamo a Giada De Laurentiis y
Lawson Nigella, y Gabriele Corcos y Debi Mazar, son tan encantadores y
divertidos y hacen que todo se vea súper fácil", suspira.
Por fin (justo
a tiempo para un almuerzo tardío), estamos en el centro de la ciudad en “Katz’s
Delicatessen”, hogar de la famosa escena culminante de “Cuando Harry conoció a
Sally”. Ordenamos nuestros pedidos en el mostrador y luego encontramos una mesa
vacía como por arte de magia; nos sentamos con nuestros platos rebosantes de
carne y encurtidos, que podría ser lo segundo más cercano al cielo en esta
ciudad. Ha sido una tarde exhaustivamente llena de gente, y aun así cuando nos
hemos quedado solas en nuestra pequeña burbuja de charla, yo sospecho que ese gorro
de lana que tiene Meester no sólo (a) esconde su pelo desordenado y (b) la
protege de los vientos, sino también (c) sirve de disfraz. Sin embargo, después
de un tiempo de tener la grabadora sobre la mesa, por primera vez durante todo
el día unos cuantos fans se acercan a pedir su autógrafo. Meester sonríe, se
levanta y posa para las fotos.
Su gracia
-con sus fans, con su entrevistador (a mí, claro), es sorprendente; es como si,
cuando ella era una niña en una pequeña isla de Florida e imaginaba su vida
adulta, Meester se estaba preparando para esta parte también: la fama. Así que
cuando ella se vuelve a sentar, le pregunto, "¿Siempre supo que tendría
éxito?" Hace una pausa por un minuto y el ruido de los platos y los
cubiertos de los cocineros llena el aire. Me doy cuenta de que ser dueño hasta
de las propias ambiciones no es especialmente cómodo para la mayoría de
nosotros, pero tengo la sensación de que Meester va a tratar mi pregunta con la
misma franqueza y dominio que han marcado nuestro tiempo juntas. "No lo
sé. ¿Sí?" Ella finalmente expresa. "Pero no se puede contar con el
éxito en este negocio. Y de todos modos, ser famoso o rico o hacer un cierto
tipo de películas, ninguno de ellos significa "éxito" para mí. El
éxito para mí es ser feliz y estar satisfecha y orgullosa de mí misma y hacer
cosas diferentes todo el tiempo. Así que hasta el momento, sí, he tenido éxito".
Fuente: www.leightonmeester.us
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